Al menos mirá dónde caer.

Un silbido de viento frío nocturno se filtra por el vidrio repartido, los herrajes resisten. El fuego cruge frente a su rostro. Aún no ha dicho nada

Pero me dijo que entonces quiere decir que quizá pensó que yo pensaba que él pensaba que entonces yo le decía qué pensaba de él.

No tan ángel

descansa apenas

en un peso propio

ya va a llegar

el día

concreta

abraza

madre de piedra

que no pesa

la quiero como al mundo

todavía está

En fin habrá que esperar, haciendo a un lado el rostro y otros gestos

Confeccionar listas tristes entre las pendientes

y el deseo en cada párpado y al borde de los labios

a punto de escapar

como todo deseo

Para mis queridos ausentes, no es una buena imagen de la original pero suma

qué se puede sumar, claro en la nada siempre se puede sumar

que quizá toda esa suma quede en la nada